San Vicente de Mogón se ha convertido en la primera cooperativa en inscribirse en la Indicación Geográfica Protegida Aceite de Jaén tras formalizar su entrada junto a Oleícola Jaén, Castillo de Canena y Acesur, según ha informado la entidad.
Con esta incorporación, la cooperativa ha asegurado que "refuerza su constante apuesta por la producción de AOVEs tempranos, de la máxima calidad, diferenciados y con unos precios más que rentables y superiores al resto".
El presidente de San Vicente de Mogón, José Gilabert, ha subrayado la importancia que tiene esta inscripción y hace un llamamiento al resto de cooperativas de la provincia para que se unan a la IGP con el fin de comenzar a calificar sus aceites la próxima campaña.
"La apuesta por la diferenciación y la calidad, por producir aceites tempranos y de alta gama, tiene unos resultados más que positivos vía precio. Entendemos que la IGP Aceite de Jaén debe ser un instrumento fundamental para apostar por unos aceites de oliva vírgenes extra tempranos y diferenciados, porque se certificarán los producidos antes del 31 de diciembre. Esto hace que se fomente el adelanto de campaña y, por consiguiente, que se pongan en valor los aceites de oliva de calidad que se elaboran en la provincia de Jaén”, ha resaltado Gilabert.
A su juicio, “comercializar un AOVE con la certificación de la IGP Aceite de Jaén refuerza el cuidado y el trabajo que nuestros socios ponen en el campo, y nuestra apuesta por una producción sostenible, integrada y ecológica para obtener un aceite de la máxima excelencia y diferenciado”. “Pero hay que tener una cosa muy clara, y es que todo este trabajo debe servir para potenciar un aceite diferenciado con un precio también diferenciado. No vayamos ahora a lanzarnos a producir aceites tempranos a lo loco y los banalicemos reduciendo así su rentabilidad", ha advertido.
El presidente de la SCA San Vicente de Mogón cree que el sector olivarero de Jaén tiene una gran oportunidad para mejorar no sólo la calidad de sus producciones, sino también la rentabilidad de las explotaciones mediante una herramienta de certificación de la calidad.
“Las cooperativas de Jaén deben darse cuenta de que la IGP es una herramienta clave para el futuro del sector. Somos conscientes del importante paso que hemos dado nosotros con la inscripción, que viene a demostrar el interés por la IGP que mostramos desde sus orígenes, pero esto no nos va a suponer modificar el camino que habíamos emprendido ya hace unos años de apuesta firme y seria por la calidad. De ahí que entendemos que este sello supondrá un respaldo absoluto a la diferenciación del que todos debemos beneficiarnos”, ha indicado Gilabert.
La IGP Aceite de Jaén ampara AOVEs elaborados en la provincia de Jaén a partir, principalmente, de aceitunas de la variedad picual, autóctona de la zona y que representa más del 90% de la superficie oleícola de la provincia jiennense. Como variedades secundarias, se permite el uso de manzanilla de Jaén, royal de Cazorla, carrasqueño de Alcaudete, hojiblanca, arbequina y picudo.
El presidente del Consejo Regulador de la IGP Aceite de Jaén ha precisado a Mercacei que a diferencia de una DOP, en la que todas las actividades productivas se tienen que desarrollar en el mismo territorio amparado, en el caso de la IGP al menos una de sus fases de producción o elaboración debe tener lugar en la zona geográfica definida.
Entre los requisitos para que los operadores puedan inscribirse a la IGP se deben abonar unas tarifas por las que reciben unos servicios de auditoría y control, así como de promoción, según ha detallado Parras, que espera que más cooperativas se sumen a este proyecto cuando finalice la campaña de producción.
Fuente: Mercacei
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